No en Mao sino en Confucio se deben buscar las claves para entender el milagro chino. La combinación para el triunfo, decía el maestro, es la suma del "deseo de ganar, el deseo de triunfar y la urgencia de alcanzar el máximo de tus posibilidades". La República Popular China está en ello y nadie entra en pánico aunque sobren las razones.