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EL ESPECTADOR: El poder desatado de Xi Jinping

EL ESPECTADOR: El poder desatado de Xi Jinping

ANÁLISIS DE NUESTRA SERIE PENSADORES 2017-2018
El Mundo
10 Ene 2018 - 9:00 PM
Por Minxin Pei / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

El autor del libro “China’s Crony Capitalism”, sobre la economía y la política en el gigante asiático, y profesor de gobierno en el Claremont McKenna College se sorprende con el fortalecido horizonte del presidente.

La nueva opinión generalizada es que Xi podrá
aplastar a sus colegas una vez termine
su actual mandato en 2022. / Efe

China ha vuelto a desafiar las expectativas. En general, se esperaba que el presidente Xi Jinping, el líder del Partido Comunista Chino, enfrentara su prueba más difícil hasta la fecha en octubre, cuando el PCC convocó a su XIX Congreso Nacional para elegir a su nueva conducción. Aunque a Xi se le garantizó un segundo mandato de cinco años, se creía que iba a chocar con una fuerte oposición si se negaba a nombrar un sucesor. Pero eso fue exactamente lo que hizo y la oposición nunca se materializó.

La razón es simple: Xi estaba preparado. Desde que asumió el cargo en 2012, emprendió una campaña sostenida de medidas enérgicas contra la sociedad civil, desatando una ola de represión que pocos creían posible en la China post-Mao. También llevó adelante una campaña anticorrupción de gran escala, que condicionó y hasta eliminó a sus potenciales rivales políticos, lo que le permitió consolidar su poder rápidamente.

Antes, cuando los agentes de seguridad chinos secuestraron a Xiao Jianhua, un multimillonario nacido en China y radicado en Hong Kong, para que se presentara como testigo potencial contra algunos líderes superiores, cualquier resistencia que todavía existiera a la ofensiva de Xi por una mayor autoridad quedó diezmada. Sin embargo, para fortalecer su posición aún más de cara al Congreso, un miembro en funciones del Politburó que era visto como un posible sucesor fue abruptamente arrestado bajo cargos de corrupción en julio.

Cuando finalmente llegó el Congreso, Xi capitalizó este momento para instalar a dos de sus aliados en el Comité Permanente del Politburó, el principal organismo de toma de decisiones del partido. Y, al impedir que el PCC designara un sucesor, ha abierto la puerta a un tercer mandato en 2022.

A juzgar por cualquier criterio convencional, Xi ha surgido del 2017 más poderoso que nunca. El interrogante ahora es si puede utilizar ese poder para traducir la visión que tiene para China —particularmente para su economía— en una realidad.

En este frente, Xi hizo un progreso importante en su primer mandato, acorralando sin ayuda de nadie a la burocracia china para implementar su ambiciosa pero riesgosa iniciativa “Un cinturón, una ruta”. Ese plan supone el uso de financiamiento, materiales y experiencia chinos para construir infraestructura que vincule a países en Asia, África y Europa con el gigante económico global en el que se ha convertido China.

Pero, inclusive con su poder significativamente mayor, el continuo éxito de Xi a la hora de implementar su visión económica es incierto, en el mejor de los casos, debido precisamente al adoctrinamiento ideológico y la represión que apuntala su autoridad. A pesar del bombardeo de propaganda que elogia su visión para China, es improbable que muchos chinos, inclusive miembros del PCC, realmente crean que el futuro de su país reside en un régimen autoritario centralizado y basado en el miedo.

En verdad, si bien es difícil encontrar una resistencia abierta a la visión de Xi —después de todo, es algo que hoy en día resulta excesivamente peligroso—, la resistencia pasiva es generalizada. Y los oponentes más duros de Xi no son miembros de la pequeña comunidad disidente de China, sino los burócratas del partido que han soportado el embate de su campaña anticorrupción, no sólo al perder un ingreso ilícito y ventajas considerables, sino también al ser objeto de un miedo implacable de investigaciones politizadas.

A menos que Xi pueda recuperar el respaldo de los funcionarios de nivel medio y bajo del partido, su plan de transformar a China podría diluirse. Después de todo, por más poderoso que pueda ser, no puede escapar de la realidad que describe el antiguo proverbio chino: “Las montañas son altas y el emperador está muy lejos”. Y, sin la promesa de una suficiente recompensa material, los burócratas de China pueden adscribir a la lógica que prevaleció entre los ciudadanos de los países del antiguo bloque soviético: “Simulamos trabajar y ellos simulan que nos pagan”.

Más allá de una burocracia recalcitrante, Xi podría enfrentar un reto importante de parte de la llamada facción Liga Juvenil del PCC, asociada al expresidente Hu Jintao. Con dos bancas en el nuevo Comité Permanente del Politburó de siete miembros en manos de los protegidos de Hu, no se puede descartar una lucha de poder entre la Liga Juvenil y la facción de Xi.

Por supuesto, es posible que Xi pueda superar la resistencia de la Liga Juvenil. Después de todo, ya ha derrotado mayormente a la facción vinculada al expresidente Jiang Zemin, que anteriormente constituía el grupo antagónico más poderoso dentro del PCC. Pero inclusive si Xi doblega a la Liga Juvenil, quedará con un régimen más fracturado y desanimado.

Xi también enfrenta desafíos en materia de políticas. En el frente económico tendrá que lidiar con deudas crecientes y un exceso de capacidad que, junto con el giro hacia un proteccionismo en los Estados Unidos del presidente Donald Trump, podría deprimir aún más el crecimiento. En política exterior, Xi también enfrentará una relación deteriorada con Estados Unidos, alimentada por la creciente amenaza nuclear norcoreana y el propio comportamiento agresivo de China en el mar de la China Meridional.

La nueva opinión generalizada es que Xi podrá aplastar a sus colegas en 2022, más allá de su desempeño en los próximos años. Puede que así sea. Pero la autoridad política es efímera, especialmente para los líderes que carecen de antecedentes económicos sólidos. Por ahora, Xi y sus seguidores tienen motivos para celebrar. Pero no se deberían confiar en que podrán levantar la copa de nuevo.

Copyright: Project Syndicate, 2017.www.project-syndicate.org

Data noticia: 
Thursday, January 11, 2018
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